Del 15 al 18 de mayo, Amalfi acogió la 70ª Regata de las Antiguas Repúblicas Marítimas, una de las tradiciones más fascinantes y sentidas del Mediterráneo. Un acontecimiento que hunde sus raíces en la historia, cuando cuatro grandes ciudades-estado -Amalfi, Pisa, Génova y Venecia- se disputaban el dominio del mar, pero que ahora están más unidas que nunca. Una rivalidad convertida en una fiesta del deporte, la cultura y la hermandad.
Cuatro ciudades, una gran pasión
Durante estos días de fiesta y tradición, la ciudad se transformó en un escenario al aire libre: actos culturales, el Desfile Histórico, encuentros, música y, por supuesto, la esperada Regata, con el corazón palpitante de la competición animando cada rincón de la ciudad, cada balcón, cada mirada hacia el mar.
Amalfi acogió a sus hermanas marítimas con orgullo y pasión, mostrando su auténtica belleza, su capacidad para unir pasado y presente en un relato que emociona año tras año.
Una tradición de 70 años
Cada año, desde la primera edición de la Regata, las cuatro repúblicas se turnan como sedes. Setenta años de desafíos a remo, de desfiles con trajes de época y coloridos estandartes, de gritos de ánimo y ojos brillantes en la línea de meta.
La carrera de las mujeres, el desfile, la historia
Una emoción especial acompañó también a la regata con la tripulación femenina, que demostró una gran determinación y espíritu de equipo. Una competición intensa y atractiva. 
Y luego, el momento más esperado, la carrera entre los galeones, mantuvo a todos en vilo hasta el último segundo. Los chicos, lo dieron todo: pasión, fuerza, estrategia, corazón.
La procesión histórica encantó a los presentes. Los suntuosos ropajes, la solemnidad de las figuras históricas, el ritmo de los tambores, relataban el glorioso pasado de estas antiguas ciudades-estado que hicieron historia.
Amalfi, un entorno especial
Esta edición tuvo un sabor especial. Tal vez por la belleza conmovedora de sus vistas, tal vez por la acogida de sus gentes, o tal vez por esa energía que sólo Amalfi sabe dar en sus momentos festivos, por no hablar del paso del Amerigo Vespucci, el barco más bello del mundo.
Una ciudad que no olvida su glorioso pasado, pero que mira al futuro con ojos orgullosos y brillantes.
Compartimos contigo una selección de las imágenes más bellas y significativas de estos días: rostros, detalles, emociones y colores que cuentan la magia de la Regata en Amalfi mejor que cualquier palabra.
